domingo, 26 de febrero de 2012

Día 1. Vamos que Milán nos espera!!!


Empezamos el día bien temprano, nuestro vuelo con destino a Milán salía a las 10:45 horas desde Barcelona.
Metemos las últimas cosas en la maleta, cogemos el coche y nos vamos para el aeropuerto. Esta vez hemos decidido llevarnos nuestro coche y dejarlo en el parking de larga estancia del Prat.

Si tenéis pensado utilizar este servicio y queréis ahorraros unos cuantos euros, tendréis que hacer la reserva previa en su web http://www.largaestancia.com/barcelona/; una vez que lleguéis al aparcamiento hay que darles el número de reserva y listo para empezar a disfrutar del viaje. Ellos se encargan de llevarte hasta la terminal desde donde sale tu vuelo.

Nuestro vuelo sale desde la Terminal 2, una vez finalizadas las obras de la nueva terminal, ésta se ha quedado para vuelos de compañías de bajo coste. Comprobamos en las pantallas el estado de nuestro vuelo y mientras hacemos tiempo hasta la hora de embarcar vamos a desayunar al Pan's, todo un clásico antes de cualquier viaje!

Pasamos todos los controles de seguridad y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos listos para despegar. El momento de embarcar en un avión de Ryanair siempre me recuerda a las excursiones del colegio donde todos queríamos ser los primeros en subir al autobús para poder coger los mejores asientos...
Pero bueno después de haber pagado 40€ por estos billetes de avión en pleno Puente de la Constitución, estamos más que contentos!!!


Nuestro avión aterriza en Bérgamo a la hora prevista, como no tenemos que esperar al equipaje nos vamos hacia la salida donde podemos comprar los billetes de autobús que nos llevan al centro de Milán.
Hay varias compañías que se encargan de gestionar este servicio, todas ofrecen el mismo precio así que nos decantamos por el que tiene menos colas.
La compañía TERRAVISION http://www.terravision.eu/spagnolo/default.html ofrece servicio cada media hora desde el aeropuerto de Bérgamo hasta la estación central de Milán y viceversa. El precio por trayecto es de 9.90€ y si compras ida y vuelta cuesta 15€. Con nuestros tickets en la mano nos vamos al autobús; en menos de una hora habremos llegado a nuestro destino.

Ahora nos toca encontrar el hotel, llegamos en metro hasta la estación Porta Génova y a pocos metros tenemos el hotel.
Nos alojamos en el Idea Hotel Corso Genova http://www.ideahotel.it/web/en/idea-hotel-milano-corso-genova; vimos una oferta en su web precio habitación doble con desayuno 60€ así que no tardamos en hacer la reserva.
Cuando vemos las instalaciones del hotel y nuestra habitación, vemos que es tal y como nos esperábamos y cumple con todos los requisitos que estábamos buscando.


Dejamos las maletas en la habitación y nos vamos a comer. Como se nos ha hecho un poco tarde, decidimos comer algo rápido cerca del hotel y cuando terminamos vamos a hacer un buen rato de siesta. Ya dijimos al organizar esta escapada que sería de relax, sin prisas ni agobios....

Después del merecido descanso, nos vamos a pasear por la zona de los canales conocida como Navigli.
Navigli, era el principal puerto fluvial de Italia a finales del siglo XIX, hoy en día es una de las zonas más famosas de Milán, gracias a las antiguas casas de ribera que invaden la orilla de los canales y su divertida vida nocturna.



Nos parece un barrio muy bohemio, a los lados del río hay pequeñas tiendas con productos de artesanía, librerías antiguas, tiendas de música repletas de discos de vinilo...
Antiguamente era el barrio obrero con talleres de artesanos en los bajos de las casas que rodean el río, el cambio de la zona y el aumento salarial han permitido que estos pequeños comercios sean ahora tiendas, bares, restaurantes... Dándole a esta zona un encanto especial.

A medida que va anocheciendo se va llenando de gente, esta zona está llena de restaurantes y bares de copas atrayendo a la clientela más joven. Entramos en uno de los bares a tomarnos algo mientras hacemos tiempo para cenar.
Paseamos hasta la zona de Naviglio Grande donde nos han recomendado un restaurante; éste canal es el más grande y está de lo más animado...


Vamos a cenar a la Pizzeria Danoi y fue todo un acierto, nos habían avisado que las raciones de comida eran abundantes...


Las pizzas las hacen en el horno de leña que tienen en el medio del restaurante. Hicimos varias pausas para intentar acabar la comida, pero, nos fue imposible! Además es muy económico, pagamos 25€ por dos pizzas, vino y cafés.

Con las barrigas bien llenas dimos otro paseo por los canales. De noche los iluminan dando un ambiente muy especial a la zona.



Nos vamos dando un paseo hasta el hotel que mañana tenemos que madrugar porque tenemos una cita muy especial....













viernes, 24 de febrero de 2012

VIAJE A MILAN; Introducción


Se acercaba el Puente de la Constitución, Mateo tenía unos días descanso y yo podía cogerme una semana de vacaciones, así que rápido pensamos en salir de la rutina durante unos días.
Nos planteamos una Escapada Low Cost, empezamos a pensar en diferentes destinos que cumplieran los requisitos que andábamos buscando: billete de vuelo y hotel económico, no muchas horas de avión, mezcla de monumentos y lugares de paseo, buena gastronomía...
Empezamos la lista de posibles destinos; muchas ciudades europeas se adaptaban a alguno de los requisitos, pero, fuimos descartando en cuanto mirábamos tarifas de vuelo y alojamiento.
Por estas fechas las ciudades se iluminan y llenan de mercadillos navideños convirtiendo el Puente de la Constitución en plena temporada alta.
Cada vez cogía más fuerza la idea de pasar unos días en alguna ciudad italiana. Venecia y Milán cumplían con creces nuestras expectativas, finalmente el precio del alojamiento hizo que nos decidiésemos por Milán.

Después de muchos años volveríamos a Milán, las terrazas del Duomo y el Cenáculo de Leonardo Da Vinci nos esperaban. Empezaba la cuenta atrás!!!!!








lunes, 20 de febrero de 2012

Día 8. Nuestro último día en Dubai


El día empieza pronto, antes de las 12:00 horas tenemos que dejar el apartamento. Acabo de meter las últimas cosas en la maleta y la bajo a consigna donde se harán cargo hasta medianoche que las recogeremos para irnos al aeropuerto.

Hoy no tenemos nada organizado, así que nos vamos a disfrutar de las instalaciones del hotel. Nada mejor que empezar el día con una buena sesión de piscina y sol, tendremos que aprovechar porque en unas horas volveremos a las temperaturas típicas del mes de enero.
La piscina del hotel está muy bien, tiene una zona de hamacas donde tomar el sol tranquilamente y otra zona con sofás para tomarte un refresco o comer algo rápido.



Las vistas que tenemos de la ciudad desde la piscina no están nada mal. Así que hacemos las últimas fotos antes de irnos a disfrutar de nuestra última sesión de sauna y nos vamos a comer a Mall of the Emirates.



El última día de vacaciones siempre nos gusta tomárnoslo como mucha calma, así que nos sentamos a comer tranquilamente en el restaurante PAUL'S.
Después de comer damos un paseo por las tiendas del centro comercial para hacer nuestras últimas compras y nos sorprende la música que llega desde una tienda de chucherías. En su interior los vendedores están bailando divertidas coreografías; me llama la atención que todos los trajes de los maniquís están hechos con diferentes tipos de dulces. En Dubai cuidan mucho la imagen de todas sus tiendas, haciendo de los escaparates verdaderas obras de arte!




En las tiendan cuidan hasta el más mínimo detalle, no ves nada fuera de su sitio ni pendiente de reponer. 


Cuando nos cansamos de dar vueltas, nos sentamos a tomar nuestro último té marroquí. Pasamos un buen rato compartiendo impresiones del viaje.


Cogemos un taxi que nos lleve a una zona que nos han recomendado de compras, nada de centros comerciales.
Cuando voy de viaje me encanta perderme por los mercadillos y comprar productos típicos, decoración, telas, ropas... Reconozco que es una de mis perdiciones, mezclarme con la gente, meterme en su ambiente, probar sus comidas típicas... No saldrás sin aprender nada nuevo!!
Son duros estos dubaitís en el arte del regateo, pero, después de negociar durante un buen rato en un anticuario consigo comprar una lámpara como las de Aladín y una cachimba preciosa.

Nuestro vuelo sale de madrugada, así que aprovechamos para quedar con Nadia para cenar. Cogemos un taxi hasta su casa y nos vuelve a sorprender con una velada perfecta; ha vuelto a cocinar platos típicos y nos sirve un vino francés que está buenísimo. Acabamos brindando por próximos viajes con unos tequilas, más de uno cuando se siente en el avión va a caer rendido...
Nadia quiere que disfrutemos de esta ciudad hasta el último momento y nos lleva a ver Madinat de noche.
Si de día me pareció precioso de noche es espectacular, todos los edificios están iluminados dando un aire muy chic y glamuroso.
Las terrazas de los bares se convierten en pubs y discotecas, así que antes de dejar Dubai vamos a bailar salsa a un local con música en directo. Pedimos unos cócteles típicos del local que están buenísimos, los pies se te mueven al ritmo de la música sin poderlo remediar...



Nadia nos lleva al hotel y nos despedimos de ella agradeciendo todo lo que ha hecho por nosotros durante estos días. Cuando nos volveremos a ver? será en nuestro país, organizaremos un viaje común para descubrir nuevos destinos... sólo el tiempo lo dirá.
Aquí queda la última foto que nos hicimos, nuestras caras son el reflejo del gran momento que estábamos viviendo!


En menos de una hora estamos cambiando los dirhams que nos han quedado en la casa de cambio del aeropuerto. Nuestro avión sale a las 04:35 horas, después de facturar nuestros equipajes y pasar todos los controles de seguridad esperamos en la puerta de embarque para coger el primer avión de vuelta a casa.

Poco puedo contar del vuelo porque antes de que despegara el avión ya me había quedado dormida y no me enteré de nada hasta que Mateo me dijo que íbamos a aterrizar. He de admitir que tengo mucha suerte porque los viajes en avión me suponen una cura de sueño...
Llegamos a El Cairo y nos hacen pasar varios controles de seguridad; mientras esperamos al siguiente vuelo que nos dejará en Barcelona tomamos un café y compramos los últimos regalos del viaje.
Nos montamos en el avión y me vuelvo a quedar dormida hasta que llegamos a Barcelona. En el aeropuerto del Prat pasamos los últimos controles de pasaportes, recogemos el equipaje y salimos a la calle en busca de un amigo que nos ha venido a recoger.
Se nota que todos tenemos ganas de llegar a casa y descansar porque el viaje en coche lo hacemos bastante callados y sin tanta jarana como el viaje de ida.

En casa nos toca deshacer maletas; tenemos que empezar a adaptarnos a la rutina del día a día con la cabeza puesta en próximos destinos por descubrir.

DONDE NOS LLEVARÁ NUESTRA SIGUIENTE AVENTURA???















domingo, 19 de febrero de 2012

Día 7. Atardecer en el desierto...


El viaje ya va tocando a su fin y hay que aprovechar al máximo cada momento. Esta tarde viviremos una experiencia inédita para nosotros, tenemos reservada una excursión por el desierto, así que hasta después de comer cada uno dedica la mañana a hacer lo que más le apetece.

Tenía claro que no me iría de Dubai sin visitar Madinat Jumeirah, había leído en internet sobre esta zona y Nadia acabó de convencerme. Pedimos un taxi y en menos de diez minutos estamos en Madinat.

Madinat Jumeirah es un complejo hotelero, comercial y de ocio; los exteriores de los edificios están inspirados en los antiguos rascacielos hallados en Arabia Saudí y Yemen y los interiores tienen influencias de las viejas casas de los mercaderes árabes.
Nada más entrar lo primero que te encuentras es una zona cubierta donde está situado el zoco. Está lleno de tiendas donde además de los típicos souvenirs, se pueden encontrar todo tipo de productos típicos del lugar.


Damos un paseo por el zoco y no dejamos de ver estampas curiosas que ya vemos como habituales en esta ciudad, la mezcla de lo tradicional con lo cosmopolita. Puedes comprar shishas, lámparas típicas y al lado unas ray-ban!!!




Cuando nos cansamos de cotillear tiendas vamos a ver los exteriores del recinto y es cuando nos quedamos alucinados con el lugar. Empezamos a hacer fotos de cada calle, cada rincón te parece más bonito y mágico que el anterior.



La edificación tiene unos detalles exquisitos, lo mejor es perderse por todas sus callejuelas y explorar todos los rincones. Desde las terrazas y torres del viento puedes tener unas vistas fascinantes del enorme complejo.




Al lado de Madinat está Burj Al Arab, así que es la vez que estuvimos más cerca del hotel más lujoso del mundo. Te dejan llegar hasta el puente que separa ambos complejos donde tienen personal de seguridad que se asegura que toda persona que accede está alojada en el hotel. Elia y yo no hicimos las tontitas hasta conseguir una foto preciosa de La Vela, ya se sabe el que no llora no mama...


Mientras paseamos vimos que habían unos barcos que iban por toda la laguna y rápidamente fuimos a preguntar las tarifas y el recorrido. Hicimos la reserva para el Abra Tour y mientras esperábamos nuestro turno seguimos paseando.


Llegamos a una zona de terrazas con restaurantes y bares al lado del embarcadero y decidimos sentarnos a tomar un refresco. Cuando nos trajeron la carta, vimos que tenían una gran selección de cervezas de todo el mundo y nos decidimos por unas Asahi, que buenos recuerdos nos traían de nuestro viaje a Japón.
En momentos así, te das cuenta que el mundo es mucho más pequeño de lo que nos pensamos.



Puntuales empezamos nuestro paseo en barco por la laguna. Si nos pensábamos que lo habíamos visto todo estábamos muy equivocados. El espectáculo empezada en ese momento!!



Nos adentramos en el corazón de Madinat, nos encontramos rodeados de rincones con una dosis de intimidad, elegancia, glamour... que no habíamos visto hasta este momento.



Los huéspedes que se alojan en estas suites gozan de todas las necesidades que puedan desear... El guía nos da explicaciones, pero, la verdad es que prefiero deleitarme con todo lo que veo.



Me llama la atención el silencio que reina en el lugar; hay zonas cubiertas por la vegetación que hace imposible ver nada de lo que ocurre allí dentro.


Nuestra sorpresa llega cuando vemos que el barco pasa bajo el puente donde se encuentra el puesto de seguridad al que nos hemos acercado antes Elia y yo para hacer unas fotos. El guía nos indica que llegaremos hasta la playa privada desde donde podremos ver muy de cerca Burj Al Arab.


Preparamos las cámaras porque este momento hay que inmortalizarlo!! Aunque la verdad es que como un día me dijo un amigo mío: la mejor foto es la que se queda grabada en nuestras retinas.


Damos por terminada nuestra visita a Madinat y cogemos un taxi que nos lleve a comer a Mall of the Emirates donde sabemos que hay bastantes restaurantes que admiten nuestros tickets de descuento.

Como no tenemos mucho tiempo nos sentamos a comer en PAUL'S especializado en sandwich y ensaladas; está todo buenísimo y ponen mucha cantidad de comida.
Cuando estamos más que relajados oímos un ruido impresionante, la gente nos levantamos rápidamente de nuestro asientos porque da la sensación que se haya caído parte del techo del centro comercial. De repente estamos rodeados de personal de seguridad y nos damos cuenta que lo que se ha caído son varias urnas de cristal brindado repletas de relojes de lujo. Todo el suelo está lleno de cristales, pero, de los relojes ni rastro, se han encargado de retirarlos y la pobre señora que se tropezado y ha hecho todos los desperfectos no sabe ni para donde mirar. Vamos lo que decimos en España: que la ha liado parda!!!!
Así que hemos comido muy bien, nos han aceptado nuestros vales descuento 2x1 y hemos tenido espectáculo incluido; que más se puede pedir??

Llegamos al hotel, a todo correr nos cambiamos de ropa y vamos a recepción donde nos espera el personal de Arabian Nights. Empieza nuestra aventura por el desierto!!!!
Se presenta Hassan, nuestro conductor y me da la sensación que nos ha tocado un tipo divertido. Cuando estamos todos acomodados en el 4x4, nos pregunta: All you ready?? LET'S GO!!!!
Subió el volumen de la música y salimos de la puerta del hotel derrapando. Menuda tarde me espera, con lo poco que me gustan los coches...
Enseguida pusimos rumbo hacia las afueras de Dubai dirección al desierto, pudimos ver algunos edificios, pero, enseguida nuestro único compañero de viaje sería la arena.
Hassan no para de cantar, nos enseña el movimiento que hay que hacer con las manos al ritmo de la música, se peina el pelo y las cejas en incontables ocasiones... y todo esto conduciendo a gran velocidad por las autovías de las ciudad! Llevo el cinturón de seguridad incrustado en mi cuerpo y me duele la mano de tanto agarrarme al sujeta manos, no me atrevo ni a resollar; mis compañeros de viaje van encantados y más de uno también baila con el techno dubaití!
Nos dice que estamos llegando a la zona desde donde empezaremos el recorrido en 4x4 por el desierto, de repente, alguien nos hace una foto. Una foto??? va a ser que no, el primer radar que vemos saltar en una carretera dubaití. No pasa nada porque Hassan se lo toma a cachondeo...

Llegamos a la explanada donde se concentran todos los 4x4 antes de empezar la excursión y nada más bajarnos del coche no me puedo resistir a quitarme los zapatos y salir corriendo para subirme a una duna.



Poco a poco van saliendo todos los coches, nos quedamos los últimos y salimos junto al jefe que lleva un Hammer rojo impresionante.



El recorrido empieza suave, pero, Hassan empieza a aburrirse y decide pisar el acelerador. Que sensación tan curiosa verte rodeado de arena y sin más rasto de civilización que nosotros mismos.
Vemos algún 4x4 que se ha quedado parado, pero, nosotros a lo nuestro seguimos la ruta y cada vez mi tono de voz va subiendo. Han empezado a escaparse por mi boca los primeros gritos...


Es increíble como estos coches se agarran a la arena y consiguen subir las dunas a gran velocidad y con una sensación de ligereza sorprendente.


Después de más de media hora derrapando por el desierto, hacemos la primera parada para ver unos camellos. En este momento me parecieron preciosos y todos estábamos muy animados con la idea de subirnos a uno de ellos, no nos podíamos imaginar lo que nos pasaría más tarde...



Está empezando a atardecer, así que nos montamos en el 4x4 y nos vamos a una zona de dunas para poder disfrutar de un atardecer en el desierto. El coche va duna arriba, duna abajo... a toda velocidad, es como estar en una montaña rusa!



Dejé al Trío Calatrava haciendo de las suyas por la arena; van cumpliendo años, pero, les sigue encantando empujarse, chincharse... disfrutan como niños viendo a uno de ellos revolcarse por la arena como si fuera un bolo. Aquí queda una foto para el recuerdo.


Me fuí con mi cámara a inmortalizar este paisaje y poder disfrutar de un momento de libertad donde no se oía nada y lo único que me rodeaba era arena y tranquilidad.



Cuando nos quisimos dar cuenta se habían ido el resto de 4x4 y nos habíamos quedado el jefe y nosotros. Así que pudimos disfrutar de momentos únicos.




Estábamos montados en el coche para seguir con la ruta por el desierto, pero, el gran jefe estaba haciendo gestiones dejándonos una imágen de lo más curiosa...



Como Hassan ve que la cosa puede ir para largo nos anima a disfrutar del anochecer y valió la pena porque estábamos completamente solos. Nos divertimos durante un buen rato mientras Hassan nos hacía de fotógrafo en más de una ocasión.



Está oscureciendo, así que ponemos rumbo al campamento que tienen montado donde podremos realizar varias actividades antes de cenar.



En este campamento están incluidas la comida, bebidas no alcohólicas y actividades. Podemos hacer surf en las dunas, fotos con ropa árabe, tatuajes de henna, fumar shisha, montar en camello y disfrutar de un par de espectáculos después de cenar. 
Lo primero que hacemos es pagarle al jefe, que nos confirma que acepta los vales descuento 2x1, así que la excursión con todo incluido nos sale por unos 25 euros por persona.
Cuando estamos listos nos vamos a montar en camello. Iba a ser una experiencia nueva para mí. Primero montan Elia y Joan y se lo pasan muy bien, no han tenido ningún problema.


Ha llegado nuestro turno, nos hacemos la foto de rigor al lado de nuestro camello y me preparo para pasar un momento divertido.


Cuando el camello se levanta tienes la sensación que te vas a caer, pero, enseguida empiezas a disfrutar de la experiencia; yo no podía parar de reírme, hasta que Mateo levantó bruscamente un brazo y el camello que venía detrás se revolucionó. Se puso a nuestro lado y no paraba de envestirnos!! menos mal que llevaba el hocico tapado porque sino nos llevamos un buen bocado de recuerdo para casa...
Después de esta experiencia, no creo que vuelva montar en camello y si lo hago mi compañero de paseo no será Mateo.



Nos vamos a coger sitio para cenar, mientras los chicos hacen cola en el buffet nosotras nos vamos a hacer un tatuaje de henna.


Si algo me sorprendió ese día, fué que en el buffet hicieron dos colas separando a los hombres por un lado y las mujeres por otro. Es lo que tienen las diferentes culturas, lo podemos comentar y criticar, pero, cuando viajas hay que respetar las normas de cada país. En todo momento he tenido claro que estamos en un país musulmán!


La cena no ha estado mal, hemos podido probar diferentes platos típicos mientras disfrutábamos de un par de espectáculos.
Nos han separado en las colas y el traje típico de Emiratos no deja ver más que los ojos de las mujeres, pero, la señorita del espectáculo de danza del vientre iba bien ligera de ropa...



Nuestro chófer nos animó a hacernos fotos con la ropa típica de los Emiratos; al principio yo era bastante reticente con este tema, pero, al final nos lo tomamos a cachondeo y nos reímos mucho de cada uno de nosotros. He de decir que a los hombres les queda bastante bien el turbante y la chilaba, pero, el de la mujer es bastante denigrante.
Lo que sentí al llevarlo puesto prefiero quedármelo para mí, sólo diré que queda mucho que hacer con respecto a los derecho de las mujeres.
Nuestro momento nos lo tomaremos con humor, donde está Elia y donde estoy yo???


Después de la turistada del día cogemos nuestro coche y nos vamos para el hotel; tenemos por delante más de media hora de viaje.
Menudo viajecito me han hecho pasar, a toda velocidad con la música techno dubaití a todo volumen y bailando en el coche. Como no podía ser de otra manera nos hacen otra "foto" en el rádar de entrada a Dubai!!

Cuando llegamos al hotel estamos cansados, así que decidimos quedarnos tranquilamente en el hotel mientras los solteros se van a explorar la noche dubaití...

Ha sido un día intenso lleno de nuevas experiencias, en un sólo día hemos pasado del glamour de Madinat al espectacular atardecer en el desierto! Estos momentos son los que hacen que una se sienta muy viva...